Durante esta temporada vacacional, el municipio se posiciona como una excelente opción para disfrutar de experiencias culturales, históricas y recreativas sin salir del Estado de México. Sus espacios llenos de tradición, su patrimonio arqueológico, así como sus zonas naturales y centros de esparcimiento, convierten a este lugar en un destino ideal para vivir momentos memorables con la familia.
Entre sus atractivos más emblemáticos se encuentra el Barrio Mágico Tenayuca – Santa Cecilia, reconocido por su riqueza histórica y valor cultural. A un año de haber recibido esta distinción, el sitio continúa atrayendo a turistas por su enigmático pasado y su imponente zona arqueológica.
Tenayuca: vestigio ancestral en tierras mexiquenses
Ubicada en San Bartolo Tenayuca, esta zona arqueológica es conocida por su majestuoso basamento piramidal, uno de los más completos del altiplano central, donde se rendía culto a Tláloc y Huitzilopochtli. Su nombre, que en náhuatl significa “Lugar Amurallado”, resguarda expresiones artísticas prehispánicas que invitan a reflexionar sobre nuestras raíces.
Santa Cecilia Acatitlán: entre carrizos y memoria ceremonial
A escasos minutos de Tenayuca se encuentra Santa Cecilia Acatitlán, cuya pirámide fue parte de un complejo ceremonial de gran importancia. Con un nombre que alude al “lugar de los carrizos”, este sitio fue rescatado y estudiado desde principios del siglo XX, y hoy es uno de los espacios arqueológicos mejor conservados en la región.
Naturaleza urbana y espacios para el deporte y la recreación
Como parte de la recuperación de espacios públicos, la Gobernadora Delfina Gómez Álvarez y el Presidente Municipal Raciel Pérez Cruz entregaron la renovación total del Parque de la Ciencia, un gran pulmón verde al oriente del municipio que cuenta con 80 mil metros cuadrados dedicados a la convivencia familiar. Canchas deportivas, juegos infantiles y un área especial para mascotas son parte de las amenidades disponibles para la comunidad.
Patrimonio arquitectónico y arte público
El centro de Tlalnepantla es un recorrido por siglos de historia. La imponente Catedral de Corpus Christi, con más de cuatro siglos de existencia, presume una fachada barroca que enmarca símbolos religiosos y glifos indígenas, testigos del mestizaje cultural de esta tierra.
Muy cerca de ahí, la explanada del Palacio Municipal ofrece rincones dignos de fotografía: destaca el Reloj Bicentenario, cuyas vidrieras reflejan el orgullo de quienes habitan este municipio. El propio Palacio Municipal, considerado uno de los más bellos del Estado de México, alberga murales que narran episodios clave de la historia nacional y local, con obras firmadas por artistas como Julio Carrasco Barrón y el colectivo Grupo Cuña.