Iceberg colosal podría poner en riesgo el santuario de pingüinos

Un enorme iceberg, conocido como A23a, se dirige hacia Georgia del Sur, una remota isla del océano Atlántico Sur, hogar de focas y pingüinos. Este “megaberg” pesa un billón de toneladas y tiene un tamaño equivalente a seis veces la ciudad de Madrid. Tras haber permanecido atrapado en el océano durante casi 40 años, ha comenzado a moverse y, aunque avanza lentamente a menos de dos kilómetros por hora, ha generado preocupación por su posible impacto en la fauna de la región, en particular en las poblaciones de pingüinos y focas.

¿De dónde procede el A23a?

El iceberg A23a se desprendió en 1986 de la plataforma de hielo Filchner, un proceso natural por el que los icebergs se desprenden de la plataforma de hielo. Aunque es habitual que se produzcan desprendimientos, A23a destaca por su tamaño: con más de 3,600 kilómetros cuadrados, su tamaño es comparable a la combinación de las ciudades de Nueva York, Los Ángeles y Houston. Debido a sus proporciones colosales, el iceberg se atascó casi inmediatamente en el lecho marino, lo que lo mantuvo en su lugar hasta aproximadamente 2020. Desde entonces, el iceberg se ha ido desplazando lentamente mientras se derrite, liberando fragmentos de hielo hacia el océano profundo.

¿Está el cambio climático detrás de los icebergs gigantes?

Aunque el desprendimiento de icebergs no es un fenómeno directamente causado por el cambio climático, el calentamiento global está acelerando otros procesos en la región. La pérdida de masa en la Antártida y la aceleración en el desprendimiento de icebergs pequeños son consecuencia de la intensificación del calentamiento global, que aumenta la velocidad con la que las capas de hielo se derriten. Este fenómeno tiene efectos de gran alcance: el deshielo contribuye al aumento del nivel del mar y altera los ecosistemas marinos.

El deshielo de la Antártida no solo afecta al ecosistema local, sino que también tiene un impacto global. El océano Antártico juega un papel clave en la regulación del clima mundial, absorbiendo calor y carbono, pero el aumento de las temperaturas dificulta esta tarea. Además, el aumento del nivel del mar sigue siendo un problema grave, con hasta dos metros de subida bloqueados por el deshielo.

Impacto en Georgia del Sur

En cuanto a la posible colisión del iceberg con Georgia del Sur, los científicos aún no saben si esto será positivo o negativo para el ecosistema. Sin embargo, es seguro que cambiará las condiciones en la región. Mientras tanto, algunos expertos, como Martin Siegert de la Universidad de Exeter, consideran que, desde una perspectiva científica, el fenómeno es un suceso interesante, aunque el ecosistema local se mantiene vulnerable.

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