México no solo se recorre con los pies, también con el paladar. Cada platillo típico, cada ingrediente ancestral y cada receta de tradición son parte de un viaje sensorial que conecta a los viajeros con la identidad profunda del país. El turismo gastronómico ha tomado fuerza en los últimos años, convirtiéndose en uno de los principales motivadores de viaje tanto para nacionales como extranjeros.

Desde los mercados tradicionales hasta los fogones de cocineras tradicionales, pasando por experiencias gourmet y rutas culinarias, el país ofrece un mosaico de sabores tan amplio como su diversidad cultural. Entidades como Oaxaca, Puebla, Yucatán, Michoacán y Jalisco se han posicionado como destinos gastronómicos imperdibles, aunque cada región guarda sus propios tesoros culinarios.

El turismo gastronómico no solo promueve el desarrollo económico local, también fomenta el rescate de técnicas ancestrales, el uso de productos endémicos y el orgullo por las raíces. Proyectos comunitarios, rutas del mezcal, experiencias de campo a la mesa y festivales gastronómicos están transformando la manera de viajar: ahora el sabor es parte del destino.

Hoy, comer es mucho más que saciar el hambre: es conocer, valorar y compartir. Porque en cada tortilla hecha a mano, en cada mole preparado con esmero y en cada sorbo de pulque o café artesanal, hay una historia esperando ser contada.

Sabores de México

Una colorida muestra de platillos tradicionales mexicanos, destacando la diversidad culinaria del país.

Experiencia culinaria

Turistas disfrutando de una comida típica mexicana en un ambiente tradicional.

Cocina ancestral

Una cocinera tradicional preparando platillos con técnicas ancestrales, resaltando la herencia cultural.​

Ruta del chile en nogada

Imagen representativa de la ruta gastronómica en Puebla, famosa por este emblemático platillo.

Mercado local

Escena de un mercado tradicional mexicano, donde se encuentran ingredientes frescos y locales.